Del sentimiento trágico de la vida // La agonía del cristianismo
de Miguel de Unamuno (Escritor)
el lector encontrará, en perpetua guerra interior, al Unamuno escéptico, agónico, polémico, dialogando consigo mismo.
Con Del sentimiento trágico de la vida (1913) y La agonía del cristianismo (1925), Unamuno se nos revela como uno de los más grandes pensadores de nuestro tiempo. En estos textos, radicalmente filosóficos, situando en el centro de su investigación al hombre concreto, don Miguel viene a prefigurar ‒anunciándola‒
Las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como «ente de carne y hueso», y la vida como un fin en sí mismo se proyectan en estas dos grandes obras.
- Escritor
- Miguel de Unamuno
- Colección
- Básica de Bolsillo Serie Clásicos de la lengua española
- Materia
- Filosofía, Contemporánea
- Serie
- Clásicos Literatura Española
- Idioma
-
- Castellano
- EAN
- 9788446043041
- ISBN
- 978-84-460-4304-1
- Fecha publicación
- 06-02-2017
- Páginas
- 464
- Ancho
- 12 cm
- Alto
- 18 cm
- Formato
- Rústica
Contenidos
Introducción de A. Sánchez Barbudo
De sentimiento trágico de la vida
i. El hombre de carne y hueso
II. El punto de partida
III. El hambre de inmortalidad
IV. La esencia del catolicismo
V. La disolución racional
VI. En el fondo del abismo
VII. Amor, dolor, compasión y personalidad
VIII. De Diosa Dios
IX. Fe, esperanza y caridad
X. Religión, mitología de ultratumba y apocatástasis
XI. El problema práctico
Conclusión
La agonía del cristianismo
Prólogo a la edición española
i. Introducción
II. La agonía
III.¿Qué es el cristianismo?
IV. Verbo y letra
V. Abisag la sunamita
VI. La virilidad de la fe
VII. El supremo cristianismo social
VIII. El individualismo absoluto
IX. La fe pascalina
X. El Padre Jacinto
XI. Conclusión