Entre 1797 y 1800 (coincidiendo con sus decisivos trabajos para revista Athenäum), Schlegel anotó una extensa colección de comentarios sobre poesía y crítica literaria que permanecerían inéditos hasta bien entrado el siglo XX. En ellos, encontramos reveladoras sentencias relativas al oficio de la crítica, la relación entre teoría e historia, la poética de los géneros o la hermenéutica. 

Desde el siglo pasado, la crítica autorizada conviene unánimemente en que estos fragmentos póstumos suponen una aportación teórica tan importante como las series del Lyceum y el Athenäum: en ellos se articula una compleja reflexión especulativa que anticipa temas posteriormente frecuentados por la teoría literaria. Clarifican además muchos de los interrogantes planteados por los fragmentos editados en vida del autor, incluidos sus estudios filológicos y su novela Lucinde. Constituyen, en definitiva, una pieza angular en el pensamiento literario de Schlegel y, por tanto, de todo el Romanticismo.