Paul Gauguin (París, 1848-Atuona, 1903), famoso pintor postimpresionista, contribuyó a la renovación del arte del siglo XX. Tras una juventud aventurera, trabajó como agente de bolsa, lo que le permitió llevar una vida confortable y convertirse en pintor amateur. En 1882, después de una quiebra bursátil, decidió convertir esta afición en oficio. Marcado por las necesidades económicas, residió en varios países que fueron modificando su manera de pintar. Su estancia en Tahití, donde huyó arruinado y endeudado, y la influencia de la cultura polinesia acabaron de perfilar un estilo que, por su fuerza, se convirtió en un punto de referencia para el expresionismo.