Para conocer al chef Miguel Sánchez Romera, hay que tener presente la cocina del construccionismo culinario, y para conocer sus sentimientos, debemos dirigir nuestra mirada al mundo de la creación en su doble vertiente artística y científica. Porque Miguel, nacido en Córdoba (Argentina), hijo de inmigrantes españoles, es un neurólogo que cursó estudios en Bellas Artes al iniciar su andadura académica. Esta arquitectura personal, a la que se une su faceta docente como profesor de Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la Universidad de Vic (Barcelona), sustenta un modo de hacer absolutamente diferente. En él, arte y ciencia se dan la mano al servicio de la creación más pura, más esencial, acompañada de un susurro espiritual y en contacto permanente con la naturaleza, a la que interpreta y devuelve en sus platos en forma de una realidad nueva que él ha visto en sus colores, ha olido en sus aromas, ha gustado en sus sabores, ha tocado en sus texturas y ha oído en su silencio. El resultado es una de las propuestas culinarias más sólidas de la actualidad, que ha valido recientemente a su restaurante L'Esguard el reconocimiento como mejor restaurante del año por la Academia Catalana de la Gastronomía.