(Madrid 1898-1985) es una de las máximas figuras de la Historia del arte en España. Doctor en Historia por la Universidad de Madrid, desde 1942 fue catedrático de Historia del arte en la Escuela Superior Central de Bellas Artes de Madrid. Exjefe de la sección de Estampas y vicedirector de la BNE, fue académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de la Historia. Miembro de numerosas instituciones nacionales e internacionales, con una amplia actividad internacional como docente y conferenciante, entre sus numerosas publicaciones cabe destacar "La interpretación del barroco" (1941), "La fundamentación y los problemas de la Historia del arte! (1951), "Goya y el grabado español" (1952), "Goya" (19168) o "Los frescos de San Antonio de la Florica" (1979).